¿Quién diría nunca que un noticiario nocturno podría inspirar un post?. Pues sí. Hoy mismo, hace unos instantes leía y veís en televisión que nos encontramos ante un cambio radical en las tendencias corporales de las modelos (siempre ellas)... Yo no diría tanto.
Nos encontramos ante imágenes como ésta:



Aquí la vemos posando como modelo publicitaria para una prestigiosa casa lencera. Hasta aquí bien hasta cierto punto...
Lo que raya nuestras fashionlógicas pupilas son imágenes como las siguientes:

La primera pertenece a un desfile de un pionero en el tema... Gaultier. Se trata de la top Velvet.
La segunda no la he puesto porque me parecía una vulgaridad y es de la última campaña de Karl Lagerfeld en la que optó por escoger a una archiconocida y actual vedette con algo más que sobrepeso.
Qué fue de que "Nunca se está lo suficientemente delgado ni se es..." Parece que las palabras de Coco se quedaron obsoletas incluso para su sucesor. El mismo que adelgazó 40 kilos en un año y despotricaba sobre las mujeres de talla 38. Esta vez no puedo defender al que ya pocos llamamos el Kaiser...Cómo ha cambiado el cuento.
No quiero tratar este tema con frivolidad porque en lo que se refiere a Cristal Reen, todos conocemos su pasado de trastornos alimenticios.
Yo, por mi parte, no creo que la mayoría de las mujeres se sientan identificadas con la obesidad o el sobrepeso exagerado. Veo ridículo este intento de cambio de cánones. Nada más. Me vuelvo a quedar solo con la web.

PRONTO MÁS Y MEJOR
Bocetista´s fashion world.
5 comentarios:
ey! Bonita pajarita! Me apunto este blog :) A mi este tema me parece fatal... no serían modelos sino personas normales y yo diria que mas que exageradas. te leooooo byeee
Pedro del Moral: Me gusta tu blog! porque no lo conocía? Te leo ok? a2
ay! lapsus! gracias! XD
a mi me cuesta lo mismito identificarme con las sobrepesadas que con las modelos estándar. Me cuesta horrores entrar en una chaqueta talla L en Zara y más me cuesta digerir la cara de la dependienta cuando le pregunto si trabajan la XL. Y a ver qué narices entiende la gente por personas normales.
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